Se cree que las Escaleras Santas fueron los mismos escalones que subió Jesucristo en su camino a su juicio. Después de su muerte, fueron enterrados en Jerusalén hasta que Santa Elena los descubrió durante su peregrinación a Tierra Santa. Ella los llevó a Roma y los colocó en un edificio cerca del Palacio de Letrán, donde han permanecido desde entonces.
Las Escaleras Santas se consideran una de las reliquias más importantes de la cristiandad, y peregrinos de todo el mundo acuden a Roma para subirlas de rodillas. Se cree que el acto de subir las escaleras de rodillas traerá el perdón de los pecados y otorgará indulgencias.
Las Escaleras Santas están hechas de mármol blanco y están cubiertas con tablas de madera para protegerlas del desgaste. Los escalones están desgastados en el medio por siglos de peregrinos subiéndolos de rodillas.
En 2018, Holy Stairs se sometió a un importante proyecto de restauración para limpiar y reparar los escalones de mármol. Las tablas de madera también se quitaron por primera vez en más de 300 años, lo que permitió a los visitantes ver los escalones originales debajo.
Subir la Escalera Santa de rodillas es una antigua tradición que se remonta a siglos atrás. Se anima a los peregrinos a recitar oraciones o meditar en cada paso a medida que suben las escaleras.
En lo alto de la Escalera Santa se encuentra la Capilla de San Lorenzo, que alberga importantes reliquias, entre ellas un trozo de la Vera Cruz y un clavo de la Crucifixión.
La Escalera Santa se encuentra cerca de la Archibasílica de San Juan de Letrán, que es la más antigua y la de mayor rango de las cuatro basílicas papales de Roma. Los visitantes también pueden visitar la basílica para ver su impresionante arquitectura y obras de arte.
El Jueves Santo, víspera del Viernes Santo, se descubren las Escaleras Santas y los peregrinos pueden subirlas de rodillas hasta el Domingo de Pentecostés. Este es un momento especial para que los católicos reflexionen sobre la Pasión de Cristo.
Para aquellos que no pueden visitar las Escaleras Sagradas en persona, hay disponible un recorrido virtual que permite a los visitantes explorar la escalera y aprender más sobre su historia y significado. Esta es una gran opción para aquellos que no pueden viajar o tienen limitaciones físicas que les impiden subir las escaleras de rodillas.
Las Escaleras Santas, o Scala Sancta, son un conjunto de 28 escalones de mármol ubicados en Roma, Italia. Se cree que son los mismos escalones que subió Jesús en su camino a su juicio ante Poncio Pilato. Según la tradición, las escaleras fueron traídas a Roma desde Jerusalén por Santa Elena, la madre del emperador Constantino.
Las Escaleras Santas se consideran una de las reliquias más importantes del cristianismo, ya que se cree que Jesús las tocó durante su pasión. Durante siglos, los peregrinos han subido las escaleras de rodillas como acto de devoción y penitencia. Las escaleras también son un sitio cultural e histórico importante, ya que han sido visitadas por muchas figuras importantes a lo largo de la historia, incluido San Ignacio de Loyola.
Sí, los visitantes pueden subir la Escalera Santa, pero solo de rodillas como señal de humildad y respeto. Las escaleras están cubiertas con tablas protectoras de madera para evitar daños, y los visitantes deben subir cada escalón de rodillas mientras recitan oraciones. La escalada es una experiencia física y espiritual desafiante, y se recomienda a los visitantes que se preparen en consecuencia.
Sí, hay varias reglas y pautas que los visitantes deben seguir al subir las Escaleras Sagradas. Los visitantes deben vestirse con modestia y respeto, y quitarse los zapatos antes de subir las escaleras. No se permite fotografiar ni hablar mientras se suben las escaleras, y los visitantes deben respetar el silencio y la solemnidad de la experiencia. Se recomienda a las mujeres embarazadas y aquellas con problemas de salud que no suban las escaleras.
La Escalera Santa se encuentra cerca de la Basílica de San Giovanni in Laterano, una de las cuatro basílicas principales de Roma. Las escaleras se encuentran en un edificio especial llamado Sancta Sanctorum, que se encuentra junto a la iglesia. Los visitantes pueden acceder a las escaleras desde la entrada principal del Sancta Sanctorum.